jueves, julio 21

Entre paréntesis: Budapest



 Su Parlamento recuerda al de Londres, su plaza antigua podría ser de cualquier ciudad medieval italiana, sus callecitas son símil las de Paris y el Danubio que lo atraviesa por la mitad me transporta automaticamente al Thames o al Sena.

Pero, como suele pasar y como bien profesa la Gestald, el todo es mucho más que la suma de las partes y sería injusto reducir esta ciudad a un espejismo de cualquiera de las otras capitales europeas. Porque, de hecho, es una de las más antiguas y su larga y compleja historia le brinda ese "que se yo" que la distingue.

Tuvo su época de esplendor en la Edad Media y mas recientemente cuando el imperio austro-húngaro dominaba el mundo. De estos buenos tiempos quedan el imponente palacio mirando el río, la enorme ópera, los lujosos hoteles con baños termales, las mansiones del boulevard Andrassy. 


Pero  Budapest también es una ciudad con rincones grises, que reflejan una época oscura y un pueblo sufrido que hasta el día de hoy tienen el concepto de "sirva vigadni" o tomar placer de forma tristona. Se pasó la mayor parte del siglo xx dominada por los alemanes primero y luego los rusos. Sólo hace falta caminar por el barrio judio - que ofició de guetto cuando los Nazis lo quisieron - para ver algunas huellas del sufrimiento vivido por los locales. Una visita al parque Memento ayuda a entender los manejos a los que veían sometidos. En este parque se encuentran las enormes estatuas políticas pro Union Sovietica que hasta hace poco surcaban la ciudad y, aunque se mezclaban con las infinitas estatuas a autores desconecidoa, bohemios y pensadores que siguennestando hoy, marcaban tajantemenre la única opción de visión política.  

Y aunque las estatuas de Lenin, Engells y Marx  ya no se ven en la ciudad, su huella se mezcla con la cotidianeidad de la gente y los destellos de un antiguo esplendor. De hecho, escondido entre las ya nombradas mansiones del Boulevard Andrassy está la 'casa del terror' cubierta por las fotos de sus víctimas en las paredes doblemente gruesas para que no se escuchasen sus gritos. Será que con ese constante recordatorio no les queda otra que "sirva vigdani".   

4 comentarios:

  1. Candelita.. Gracias, por contarnos Budapest, muy buenas tus cronicas.

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  2. gracias carlos! me quedo medio bajon.. la verdad que budapest lo vivimos a pura vida, con banios termales, paseos por el rio, carromatos en la isla... pero bueno, esto salio....

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  3. CANDE CONOZCO BUDAPEST Y TU DESCRIPCION ES PERFECTA ESPEREMOS QUE TE PARE LA LLUVIA Y SIGAMOS APROVECHANDO

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  4. Que linda ciudad!! Me encantó la síntesis que hiciste...
    Besos, te quiero

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